La terma es algo más que un sitio para relajarse y desconectar durante unos 45 minutos. La cosmética ofrece un montón de posibilidades para aprovechar al máximo los beneficios de este lugar y mejorar notablemente el aspecto de la piel y el pelo.
Lo primero que hay que saber es cómo se debe dar una sesión termal. Para aquellos que lo desconozcan, lo ideal es ducharse con agua fría antes de meterse en esta habitación, que es parecida a la sauna, pero con una humedad muy superior, que permite que los poros de la piel se abran y ésta se libere de toxinas acumuladas. Una vez dentro, lo mejor es tumbarse sobre una toalla y, si es posible, colocar los pies en alto (con lo cual también se activa la circulación).
Después de relajarse durante unos quince minutos aproximadamente (en tiempo varía en función de la persona, porque hay quien no aguanta tanto tiempo), se sale de la terma y se da otra ducha con agua bien fría, empezando por los pies. Se debe permanecer debajo de la ducha unos tres minutos, con el fin de que el cuerpo recupere.
En esa misma ducha, hay que aprovechar para lavarse el pelo y, una vez limpio, aplicar una mascarilla de acuerdo a las características del cabello. Se coloca sobre la cabeza un gorro de ducha que cubra todo el pelo y se vuelve a la terma. Se tumba de nuevo en la misma posición anterior y se esperan otros diez o quince minutos.
Los poros ya están eliminando toxinas por la cantidad de sudor que se expulsa. Es el momento de darse la penúltima ducha para aguantar toda la sesión. Se sale de nuevo de la terma y se realiza el mismo proceso que la vez anterior: tres minutos debajo del agua fría y vuelta al recinto de relax.
La mascarilla se deja por el momento. Ya quedan sólo diez minutos para terminar. Es conveniente incorporarse tres o cuatro minutos antes de salir para evitar desvanecimientos por bajadas de tensión, ya que se ha eliminado mucho líquido.
Al salir definitivamente de la terma, es el momento de quitarse el gorro de ducha y aclararse bien el pelo, para que no queden restos de la mascarilla. Los poros han ido absorviendo la misma y en cuanto se seque comienza a notarse como está más brillante y sedoso.
Para la cara, al tener los poros bien abiertos, se puede aplicar una cápsula de aceite de onagra (se vende en herbolarios y en grandes superficies como Mercadona) o bien rosa mosqueta. Después, aplicar la hidratante normal o una mascarilla, en función del tiempo disponible. Este proceso, realizado una vez a la semana, mejora de manera casi mágica la piel y el pelo. Merece la pena probarlo.