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La importancia de un buen desayuno

La alimentación es básica para tener una salud de hierro y evitar desajustes en el organismo que luego puedan acarrear otro tipo de problemas. Y de todas las comidas, el desayuno es la más importante, pues es lo primero que ingerimos en el día y lo que nos tiene que dar fuerza para seguir adelante.

Así que lo primero que os tenemos que decir es que salir de casa con el estómago vacío no es bueno para mantener una dieta equilibrada y recomendaros que bebáis un vaso de agua nada más levantarse, ya que arrastrará las toxinas del cuerpo para disminuir la carga del trabajo del hígado y te ayudará a depurar el organismo.

En cuanto a alimentos, hay que grupos fundamentales que no deben faltar, que son las frutas, los lácteos y los cereales. En lo que se refiere a las frutas, hay que decir que aportan hidratos de carbono de fácil asimilación, vitaminas y fibra. Son fáciles de preparar y puedes disfrutarlas de formas muy distintas.

Los lácteos son una fuente importante de proteínas de calidad, calcio (vital para los huesos) y vitaminas básicas para el desarrollo. Toma mucha leche como más te guste, con café, miel, cacao…

Y por último los cereales, que también dan a nuestro organismo un extra de energía, minerales y fibra. Los puedes encontrar en panes, tostadas, barritas o la multitud de variedades algunas marcas ofrecen con distintos beneficios para nuestro cuerpo.

Por último, os diremos que podéis acompañar el desayuno con otros alimentos, como embutidos, fiambres con poca grasa, mermeladas (mejor light), miel y mantequilla, pero siempre con moderación. Ahora sólo te queda elegir y disfrutar de esta importante comida del día.

Te veo venir… albaricoque

El albaricoque resulta muy beneficioso para la vista por su gran contenido en vitamina A. Ante cualquier trastorno relacionado con la visión o para aumentar la agudeza visual, ya desde hace muchos años aconsejan realizar esta sana y facilísima cura.

Consiste simplemente en comer 300 gramos de albaricoques fresco al día durante dos semanas. Repite esta cura durante dos semanas y… ¡verás que vista!

Además, si últimamente andas algo desganado, regálate un nutritivo desayuno a base de orejones o, lo que es lo mismo, albaricoques secos. Consiste en remojar en agua durante algunas horas los orejones y cocerlos después con miel.

Obtendrás una deliciosa compota que, además de resultar muy nutritiva y energética, te abrirá el apetito para todo el día. Se trata de un remedio muy recomendable para los niños.

También si has sufrido una fuerte anemia o hemorragia es más fácil recuperar fuerzas comiendo muchos albaricoques. Te ayudarán a sentirte mejor día a día.

Pero además de saludable, el albaricoque es también un gran aliado de belleza, ya que es una fruta muy rica en betacarotenos, unos nutrientes que, entre otros muchos beneficios para el organismo, dan un atractivo toque dorado a la piel.

Si estás pálida o deseas potenciar tu bronceado todavía más, come tres albaricoques al día. De esta manera obtendrás la cantidad justa de betacarotenos que tu piel necesita para tostarse de forma natural.

Y siguiendo con trucos para estar más guapas, os recomendamos el aceite de albaricoque, un producto cosmético que ya nuestras abuelas utilizaban para embellecer su ojos. Puedes encontrarlo en herbolarios o hacerla tú misma.

Mezcla tres cucharadas de este aceite con dos de cera de miel. Remueve bien y, cuando esté tibio, aplícalo con la yema de los dedos sobre los ojos cerrados. Estírate y deja que actúe durante un cuarto de hora. Es mejor si estás bien relajada. Una vez pasado ese tiempo, retira con agua tibia y notarás los resultados.

Trucos para unas convalecencias cortas

Después de pasar por una enfermedad, no es extraño que nos hayamos quedado «para el arrastre». Nuestro cuerpo ha estado librando una dura batalla y ahora necesita un merecido descanso. Para acelerar la recuperación, apúntate estos remedios.

La avena es un alimento tonificante que nos dará la energía y el ánimo que necesitamos. Prepara un delicioso desayuno mezclando en un bol cuatro cucharadas de copos de avena, una de zumo de limón, medio yogur natural, una cucharadita de miel, una manzana rallada y unas cuantas nueces.

Este completo desayuno es la mejor forma de empezar el día. Además, os queremos recordar que no hay ser vivo y laborioso que las abejas. Si te gustaría obtener su inagotable energía, consume a diario cualquiera de los productos que «fabrican».

Durante las convalecencias, el más aconsejable, por su alta concentración, es la jalea real. Toma a diario este eficaz complemento dietético y te sentirás mucho mejor.

Además, los batidos de fresa te ayudarán a recuperarte antes y mejor. El de manzana, melón y plátano tomado a diario es una bomba nutritiva. Y por si fuera poco tiene un sabor delicioso. ¿A qué ya os encontráis un poco mejor?

¡Como un reloj!

Nada más frustrante que salir del cuarto de baño de la misma manera que habíamos entrado: sin éxito alguno. Para ir «como un reloj» empieza el día con uno de estos desayunos anti-estreñimiento.

Por ejemplo, nada más levantarte, bebe en ayunas un zumo de ciruela natural. Si no es tiempo de esta fruta, puedes comprarlo envasado en tiendas de dietética. Otra posibilidad es tomar dos kiwis, también en ayunas, o el zumo de una naranja y un limón.

A continuación puedes desayunar como lo hagas de forma habitual, procurando incluir en tu menú alimentos ricos en fibra, como el salvado o los cereales integrales.

Cuando se trata de un estreñimiento ocasional y se necesita un remedio rápido y eficaz recurre a las hojas de sen. Esta planta es un potente laxante que debe usarse tan solo de forma esporádica. Prepara la infusión añadiendo tres hojas o frutos de sen en una taza de agua hirviendo. Se cuela, se le añade un chorro de limón y se bebe.

No lo deben tomar los menores de dos años ni las embarazadas. Y por último, si prefieres un remedio más dulce, hazte un masaje en el vientre durante unos 20 minutos con aceite de geranio, que te ayudará a tener tu momento «all bran» cada mañana.

Te ayudamos a recuperar peso (sí, oyes bien)

Aunque la mayoría de las personas sufren lo suyo para meter en cintura los kilos sobrantes, también las hay que tienen el problema contrario, es decir, no engordan ni aunque las maten. Una correcta alimentación solucionará el problema.

Un buen alimento para coger peso es la cebada. Este sano cereal actúa sin alterar el equilibrio nutricional. Una buena forma de tomarlo es en gachas. La célebra «agua de cebada», también muy recomendable, se prepara realizando un decocción y añadiendo un poco de zumo de limón. También puedes añadir copos de cebada directamente a los zumos, el caldo, las ensaladas o los yogures a diario, mejor si es durante el desayuno o la cena.

Otro alimento ideal para este problema son los tradicionales orejones (albaricoques secos). Toma a diario no sólo albaricoques, sino también manzanas, peras, plátanos, etc…, mezclados con el yogur o la leche.

Para los niños delgaditos lo ideal es hacer un caldo de verduras dulces con zanahorias y remolachas.