La alimentación es básica para tener una salud de hierro y evitar desajustes en el organismo que luego puedan acarrear otro tipo de problemas. Y de todas las comidas, el desayuno es la más importante, pues es lo primero que ingerimos en el día y lo que nos tiene que dar fuerza para seguir adelante.
Así que lo primero que os tenemos que decir es que salir de casa con el estómago vacío no es bueno para mantener una dieta equilibrada y recomendaros que bebáis un vaso de agua nada más levantarse, ya que arrastrará las toxinas del cuerpo para disminuir la carga del trabajo del hígado y te ayudará a depurar el organismo.
En cuanto a alimentos, hay que grupos fundamentales que no deben faltar, que son las frutas, los lácteos y los cereales. En lo que se refiere a las frutas, hay que decir que aportan hidratos de carbono de fácil asimilación, vitaminas y fibra. Son fáciles de preparar y puedes disfrutarlas de formas muy distintas.
Los lácteos son una fuente importante de proteínas de calidad, calcio (vital para los huesos) y vitaminas básicas para el desarrollo. Toma mucha leche como más te guste, con café, miel, cacao…
Y por último los cereales, que también dan a nuestro organismo un extra de energía, minerales y fibra. Los puedes encontrar en panes, tostadas, barritas o la multitud de variedades algunas marcas ofrecen con distintos beneficios para nuestro cuerpo.
Por último, os diremos que podéis acompañar el desayuno con otros alimentos, como embutidos, fiambres con poca grasa, mermeladas (mejor light), miel y mantequilla, pero siempre con moderación. Ahora sólo te queda elegir y disfrutar de esta importante comida del día.