El sedentarismo y una alimentación no del todo sana son los culpables, entre otros factores, del estreñimiento. Antaño, cuando los potajes y verduras eran el pan nuestro de cada día, este mal afectaba sólo a unas pocas personas.
El abuso que en la actualidad se hace de los productos refinados han cambiado las cosas y ahora es un problema cada vez más extendido. La solución más rápida es echar mano de un laxante químico, pero como aquí nos gusta darte remedios naturales, te diremos que la mejor manera de recuperar tu regularidad intestinal es con unos buenos guisos de lentejas y garbanzos para comer y verduras para cenar.
Además, las legumbres cocinadas sin grasas no engordan tanto como creemos y resultan perfectas para combatir el estreñimiento. Pero no conviene olvidar que el momento más importante del día para luchar contra ello es a primera hora de la mañana. Este desayuno laxante te irá de maravilla.
Se trata de mezclar dos puñados de cereales integrales, una cucharada de semillas de lino, un yogur natural o el zumo de un kiwi y una cucharadita de miel. Tómalo tranquilamente, masticando bien, y acompañado por una infusión de efectos laxantes, como la de diente de león, jenjibre, mundillo o regaliz, y pronto notarás el efecto.