Aunque ahora hay muchos más recursos que antes y la medicina ha avanzado mucho, en numerosos hogares se siguen curando las llagas como lo hacían antaño. Para ello utilizaban una patata, un alimento que es habitual tener en casa.
Una de las causas frecuentes por las que suelen salir llagas es por tener la sangre «sucia», por lo que es recomendable mantener una dieta y también aplicar una cataplasma de patata rallada. Y cuando ésta se seque, se pone otra de la misma forma. Así una y otra vez hasta que al final se cure.
Las personas que pasan mucho tiempo en la cama por enfermedad tienen más tendencia a sufrir llagas. Para mejorarlas, os recomendamos meter en una botella romero, salvia, flor de saúco y tomillo a partes iguales.
Estas hierbas se cubren después con el alcohol que admita la botella. Se deja reposar durante tres semanas, agitándola muy bien en días alternos. Cuando las hierbas ya hayan dejado toda su esencia, se cuelan y con este alcohol se dan fricciones al enfermo por todo el cuerpo. Mano de santo.