Cuando se está en «estado interesante» (como decía mi abuela para referirse al embarazo) conviene cuidarse mucho. Tranquilidad, descanso y una buena alimentación son las mejores medicinas en esta época de la vida. Pero, por si surgen molestias, aquí os damos unos cuantos consejos.
Durante el periodo de gestación no conviene tomar hierbas medicinales, salvo indicación expresa de un terapeuta, sobre todo durante los tres primeros meses. Hay, sin embargo, vegetales inofensivos que te ayudarán a superar algunos problemas.
El agua de cocer lechugas y el hinojo en verduras se utilizan para aliviar los problemas digestivos y las náuseas matinales. La tila te ayudará a tranquilizarte y a conciliar el sueño, pero debes evitar su uso si tomas fármacos anticoagulantes. En cualquier caso, no tomes más de dos tazas al día.
Las parteras de antaño recomendaban a las embarazadas tomar una cucharada de miel al día. Este alimento es un complemento ideal tanto para ti como para el futuro bebé. Puedes tomarla sola o en zumos o infusiones.
Además, debes saber que durante esos nueve meses tu organismo necesita más calcio que nunca, y los frutos secos son una buena fuente de este mineral. Si comes unas diez almendras al día, obtendrás el calcio necesario para ti y tu bebé.